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03/06/2021Vídeo: L'Hospitalet Digital
Hace unos días ha sido noticia un cliente y amigo del despacho. Ha sido noticia por una cosa, pero debería ser noticia por muchas cosas. Gregorio se dedicaba a “trabajar muy duro de lo que fuera”, como él dice, y pudo generar unos ahorros que iban a servirle para su jubilación, hasta que la CODICIA DEL BANCO POPULAR casi acaba con toda una vida de trabajo.
Gregorio, confiado del director de la entidad, depositó todos sus ahorros en acciones del Banco, pero porque le dijeron desde la entidad que era la inversión más segura que podía hacer. Lo que Gregorio desconocía era que las CUENTAS ERAN FALSAS y que EL BANCO HABÍA MENTIDO para engañar a los inversores y, de esta manera, estimular a que la gente depositase sus ahorros.
Pues bien, Gregorio lo perdió todo de la noche a la mañana…
Derivado de la quiebra del POPULAR, Gregorio lo perdió absolutamente todo y tuvo que recurrir a comedores sociales para subsistir. Tenía una pequeña ayuda de 200€ y vivía de la caridad de los comedores sociales. En palabras de Gregorio, “se le cayó el mundo encima” cuando pasó de poder tener una vejez tranquila a tener que pedir caridad. Sólo podía esperar un milagro.
En lugar de rezar (que también lo hizo), fue a una decena de despachos de abogados. Lo que le pasó es que ninguno de ellos tuvo la valentía de defenderle, ya que una condena en costas hubiese sido muy abultada y, por supuesto, Gregorio no hubiese podido pagarlo. Sólo le quedaba solicitar el beneficio de la “justicia gratuita”, pero dio con nosotros. El abogado que llevó su caso, Carlos Sánchez, enseguida vio que ese caso se tenía que luchar y que en el departamento de Abogados Bancarios de Duran & Duran Abogados podíamos asumir una condena en costas. Es decir, que si Gregorio perdía, el despacho asumiría el riesgo. De lo contrario, eran los propios bufetes de abogados los que condenaban a Gregorio, de antemano, a no poder luchar por lo que era suyo. En este sentido, después de muchísimo trabajo, una sentencia del Juzgado de Primera Instancia nº 4 de L'Hospitalet de Llobregat ha venido a demostrarle que sí, que los milagros a veces existen. Eso sí, Gregorio sabe que los milagros existen, pero que llevan mucho trabajo detrás.
Desde Duran & Duran Abogados sabemos que las cuentas que presentaba el Banco Popular eran falsas y que no podíamos permitir que Gregorio viviese de la caridad y que el Banco Santander se saliese con la suya. Es decir, que si no hubiésemos apostado por Gregorio, hubiese perdido más de 730.000€.
Cuando Carlos conoció a Gregorio en las oficinas de Duran & Duran Abogados, el propio Gregorio ya había hecho los cálculos de esperanza de vida. Nos decía: “Para lo que me queda, me conformo con recuperar 200.000€, que me dará para comer, pagar el alquiler y no deberle dinero a nadie”.
A Gregorio se le escapaban las lágrimas de tristeza de pensar que lo había perdido todo por el simple hecho de confiar en el banco de toda la vida, el BANCO POPULAR. Ahora, por el contrario, las lágrimas de Gregorio son de absoluta alegría y de tranquilidad, ya que no debe temer al futuro ni a su calidad de vida a corto plazo. Según Gregorio, “No son abogados, estos chicos son ángeles con un corazón enorme…”.