El calor no mata al virus, lo debemos matar nosotros...

Empresas y Autónomos

Expediente de Regulación de Empleo Temporal

Vemos con estupor, miedo y rabia que, por desgracia, las CCAA están sufriendo un preocupante aumento de casos de SARS-CoV-2, que pueden volver a poner en jaque a todo nuestro sector de hostelería y turismo. La sensación de hielo en la sangre es patente en todo el sector y corremos el riesgo de que la segunda oleada no respete la temporada de verano.

Nos pilló a todos de sorpresa, de golpe, el 14 de marzo, cuando la Administración decretó el Estado de Alarma y se ordenó el cierre de todos los negocios de restauración y hostelería. Solo quedaron en pie aquellos que podían hacer delivery o los que se dedicaban a la venta de alimentos a mayoristas y a minoristas, es decir, se trataba de que la población pudiese alimentarse con normalidad en sus casas y que no hubieran crisis de abastecimiento.

Por supuesto, la restauración (hoteles, bares y restaurantes) vinculados intrínsecamente al ocio, quedaban absolutamente congelados.

En este sentido, tenemos compañeros de sector que ni siquiera han podido abrir esta temporada de verano ya que el turismo ha sido cercenado de este país y la libre circulación de personas está siendo compleja. Vemos como el espacio Shengen se ha suprimido durante bastantes semanas. A eso, como no podía faltar, debemos añadirle diferentes salsas de aderezo, como:

  • Casi nula interlocución entre Administración y empresarios.
  • Medidas tomadas unilateralmente por la Administración.
  • Falta absoluta de protocolos sanitarios oficiales.
  • Falta de test cuando hicieron falta.
  • Baile de adecuación, o no adecuación del uso de mascarillas y su tipo.
  • Etc…

Nos enfrentamos a varios centenares de casos en Aragón, Cataluña, Galicia y un largo etc. que, sin duda, tienen el peligro de contaminar a más CCAA y de elevarse de una manera exponencial como lo hizo durante los meses de marzo y abril. Según la OMS, el SARS-CoV-2 solo se transmite por las gotículas de saliva de las personas expulsamos al hablar, toser y estornudar pero, a estas alturas, ¿Qué te vamos a explicar ya, que no sepas…?

Lo que sí te recomendamos es que tengas proactividad en tus decisiones y actuaciones. El verano no está acabando con el Coronavirus por el calor. Estamos siendo testigos de una vuelta al mes de marzo y eso es bastante preocupante.

En ese sentido, hemos de mostrarte unos datos interesantes para que puedas tomar buenas decisiones con tu centro residencial:

  • El 3 de marzo habían en España 74 casos confirmados de contagio.
  • El 26 de marzo teníamos ya 9.177 casos confirmados de contagio (el pico más alto, en confinamiento)
  • El 31 de mayo teníamos, de nuevo, 71 casos confirmados de contagio.

Esta cronología significa que, en confinamiento de la población y con los servicios sanitarios al 85% (ha habido hospitales como la Vall d’Hebron en Barcelona que su capacidad máxima de UCI nunca ha estado por encima del 90%), el ciclo de contagio del SARS-CoV-2 ha sido de unas 15 semanas, con un pico de contagios entre las semanas 4 y 5.

Esto significa que, si estamos en la semana 2 de los rebrotes del SARS-CoV-2, a día de hoy, podemos decir con bastante seguridad que, con matices, la semana del 3 de agosto podríamos sufrir de un pico de contagios si no tomamos las medidas necesarias de seguridad.

Todo esto nos lo jugamos nosotros, ya que el virus “es tonto”. Sí, es tonto porque va allá donde le permitamos nosotros con nuestra actitud y nuestras costumbres. Un virus necesita un vehículo físico que, en este caso, son las personas (nuestros clientes). Si queremos que la actividad económica siga su curso con normalidad, debemos seguir las indicaciones sanitarias por estúpidas que nos parezcan.

¿Qué la máscara da calor en verano?, ¿Qué tenemos que hablar a 1,5 metros de distancia?, ¿Qué tenemos que lavarnos las manos cada vez que toquemos a alguien o algo que no controlemos su exposición?, ¿Qué tenemos que tomarnos la temperatura antes de salir de casa…?

Estos inconvenientes son mínimos comparados con la obligación de, después, tener que cerrar tu negocio debido a un pico de contagios en tu pueblo, ciudad o comunidad autónoma.

Desde Duran & Duran Abogados te recomendamos que, por prudencia, empieces a pensar en proteger a tus clientes antes de que volvamos a respirar un pico de contagios, ya que eso significará una protección de tu negocio y su supervivencia.

Evidentemente, para comer, es necesario quitarse la máscara. Pero, por supuesto, debes obligar a los clientes a que en zonas comunes de interior y exterior lleven siempre la mascarilla, se laven las manos con la mayor frecuencia posible (bien con agua y jabón, o bien con gel hidroalcohólico) y eviten en medida de lo posible el contacto con otros clientes, si no son de la misma unidad familiar. Recuerda, intenta evitar grupos de más de 10 personas sentadas en una misma mesa.

Piensa que, hasta ahora, las diferentes Administraciones no han sabido velar por la seguridad de nuestros clientes y te has visto con una situación muy comprometida: sin ingresos, con un ERTE a tus trabajadores/as, con dificultades para cobrar por parte de estos dicho ERTE y con una perspectiva compleja a futuro.

No pienses que “Papá Estado” te va a rescatar, no te puedes permitir pensar en eso ni por asomo. Tienes que ser tú, con tus decisiones, el/la que proteja a tus clientes y a tu negocio frente al SARS-CoV-2 y frente a la inoperancia de la Administración en esta crisis sanitaria.

Por supuesto, si piensas que la Administración te debe indemnizar por su inoperancia, existe la figura de la Responsabilidad Patrimonial del Estado que juega un papel fundamental en futuras posibles demandas.

No lo dudes, protege a tus usuarios y protege a tu negocio. Estamos a tu lado.